Castillo de Santiago do Cacém
El castillo de Santiago do Cacém pasó, definitivamente a manos portuguesas en 1217, durante el reinado de D. Afonso II, después de haber sido conquistado por D. Afonso Henriques en 1158, y ser nuevamente reconquistado por los árabes.
Esta región fue habitada desde los tiempos de la ocupación romana, a las que se siguieron la visigoda y la musulmana, siendo esta la que habrá construido la primera fortificación y recuperado las existentes.
Este castillo, así como los de Almada, Palmela y Alcácer do Sal, fueron donados a la Orden de Santiago, no obstante, en 1594, durante la dinastía de los “Filipes”, Santiago do Cacém fue donada a los duques de Aveiro.
Después de la Guerra de Restauración, este castillo militar fue perdiendo su importancia y sus estructuras quedaron al abandono. Actualmente, clasificado como Monumento Nacional, ha sufrido diversas intervenciones de restauración por parte de la Dirección General de los Edificios y Monumentos Nacionales.
Esta fortificación, fue construida sobre una base rectangular conservando, aún, en sus murallas, vestigios de la construcción musulmana; tiene diez torres, de las que cabe destacar la Torre del Homenaje.